⏱️ Preparación: 30 minutos Cocción: 45 minutos Porciones: 4-6 Dificultad: Media
El Timpu de Trucha es un plato emblemático de la región andina del Perú, especialmente popular en las zonas cercanas a lagos y ríos donde la trucha es abundante. Esta sopa sustanciosa y reconfortante combina la frescura de la trucha con una variedad de vegetales y hierbas aromáticas locales. El término
"timpu" proviene del quechua y significa "hervir" o "cocer", reflejando el método de preparación tradicional. Este plato no solo es una delicia culinaria, sino también una representación de la riqueza de los ecosistemas acuáticos andinos y la sabiduría gastronómica heredada de generaciones pasadas. El Timpu de Trucha es más que una simple sopa; es un abrazo cálido de los Andes en forma de comida.🧾 Ingredientes
- 1 kg de trucha fresca, cortada en trozos grandes
- 500 g de papa amarilla, pelada y cortada en cuartos
- 300 g de habas frescas peladas
- 200 g de olluco, cortado en rodajas
- 2 choclos, cortados en rodajas
- 1 cebolla roja, cortada en cuartos
- 3 dientes de ajo, machacados
- 2 ramas de apio
- 1 poro (parte blanca), cortado en rodajas gruesas
- 2 hojas de laurel
- 1 rama de huacatay
- 2 cucharadas de ají panca molido
- 1 cucharada de aceite vegetal
- Sal y pimienta al gusto
- 2 litros de agua
Para acompañar:
- Arroz blanco cocido
- Ají molido fresco
- Rodajas de rocoto (opcional)
👨🍳 Instrucciones
- En una olla grande, calienta el aceite a fuego medio y sofríe la cebolla, el ajo y el ají panca por unos 3-4 minutos hasta que la cebolla esté transparente.
- Agrega el agua, las papas, el olluco, los choclos, el apio, el poro, las hojas de laurel y la rama de huacatay. Lleva a ebullición y luego reduce el fuego a medio-bajo. Cocina por unos 15 minutos.
- Añade las habas y cocina por 5 minutos más.
- Incorpora los trozos de trucha con cuidado y cocina por otros 10-12 minutos o hasta que la trucha esté cocida y los vegetales estén tiernos.
- Sazona con sal y pimienta al gusto.
- Retira las hojas de laurel y la rama de huacatay antes de servir.
- Sirve caliente en platos hondos, acompañado de arroz blanco, ají molido y rodajas de rocoto al gusto.
Consejos del Chef
- Selección de la trucha: Elige truchas frescas con ojos brillantes y carne firme. Si es posible, opta por truchas de criaderos locales para garantizar la frescura.
- Cocción de la trucha: Ten cuidado de no cocinar la trucha en exceso. Debe estar tierna y jugosa, no seca.
- Vegetales andinos: Si no encuentras olluco, puedes sustituirlo por papa nativa o más habas. Lo importante es mantener la esencia andina del plato.
- Hierbas aromáticas: El huacatay es esencial para el sabor auténtico. Si no lo consigues, puedes usar cilantro como alternativa, aunque el sabor será diferente.
- Consistencia del caldo: Si prefieres un caldo más espeso, puedes machacar ligeramente algunas papas cocidas contra el lado de la olla.
- Preparación anticipada: Puedes preparar el caldo base con los vegetales con anticipación y agregar la trucha justo antes de servir para mantener su textura óptima.
- Maridaje: Este plato va muy bien acompañado de una chicha de jora fría o, para opciones no alcohólicas, un mate de coca caliente.
Nota Cultural
El Timpu de Trucha es más que un plato; es un testimonio de la adaptabilidad y la rica biodiversidad de los Andes peruanos. La trucha, aunque no es originaria de Sudamérica, fue introducida en los lagos y ríos andinos a principios del siglo XX y rápidamente se integró en la gastronomía local. Este plato representa la fusión perfecta entre ingredientes introducidos y nativos, como el olluco y las habas, que han sido cultivados en la región por milenios.
En muchas comunidades andinas, el Timpu se prepara como parte de celebraciones y trabajos comunitarios conocidos como "minkas" o "aynis", donde las familias se reúnen para compartir el trabajo y la comida. La preparación y el consumo del Timpu de Trucha se convierten así en un acto de comunión y agradecimiento a la Pachamama (Madre Tierra) por la abundancia de los lagos y la fertilidad de la tierra.
Además, el plato refleja la filosofía andina de utilizar ingredientes frescos y locales, respetando los ciclos naturales y manteniendo un equilibrio con el entorno. Cada ingrediente no solo aporta sabor y nutrición, sino que también cuenta una historia de tradición, adaptación y respeto por la naturaleza.